Un tesoro en la cueva de Reynard's Kitchen


La sombría cueva de Reynard's Kitchen está situada en lo alto de un desfiladero de piedra caliza por el fondo del cual discurre el río Dove, en Dovedale, en el centro de Inglaterra. Esta gruta, con una boca de cinco metros de ancho y 14 metros de largo, ha sido utilizada en numerosas ocasiones durante más de 10.000 años. En su interior se han hallado herramientas líticas, trozos de cerámica y huesos de animales. En sus paredes se han encontrado marcas del siglo XVII relacionadas con la brujería, talladas para ahuyentar a los malos espíritus. A comienzos del siglo XX, Annie Bennington, la anciana Gran Dama de Dovedale, vendía limonada y dulces a los visitantes que pasaban junto al lugar y cobraba un penique por utilizar una cuerda que ella misma había fijado para poder alcanzar el interior de la cueva. En fechas recientes, un escalador local encontró cobijo en la cueva durante un diluvio. Casualmente llevaba consigo un pequeño detector de metales que reveló la existencia de unos objetos metálicos: cuatro monedas. La organización National Trust se hizo cargo de las excavaciones y desde entonces ha reunido un total de 26 monedas de la Edad del Hierro tardía y de la República romana, según informa esta organización en un comunicado difundido el pasado 3 de julio. 

Un descubrimiento
El tesoro consta de 23 monedas de oro y plata de la Edad del Hierro tardía atribuidas a los coritani (o corieltavi), una tribu celta que ocupó la región Midlands del Este antes de la conquista romana del año 43; y tres monedas romanas también anteriores a la conquista romana.Aunque éste es un tesoro mucho menor que el hallado en Hallaton [en el condado de Leicestershire] en el año 2000, ha sido calificado como tal y se trata de un descubrimiento emocionante dada su desconcertante ubicación en una cueva y debido al hecho de que se encuentra más allá de las principales áreas de circulación de las monedas, expresa Ian Leins, conservador de monedas de este período en el Museo Británico. Ésta es precisamente la cuestión que desconcierta a los investigadores: ¿Por qué fue enterrado en el interior de una cueva? ¿Fue un espacio sagrado para los pueblos de la Edad del Hierro tardía, como ocurrió con Hallaton? Es decir, ¿constituía el tesoro una ofrenda a los dioses o simplemente lo escondió su propietario ante la incipiente invasión del ejército romano? Probablemente nunca llegaremos a conocer realmente las circunstancias por las cuales el tesoro fue escondido en la cueva de Reynard's Kitchen; así que sólo podemos especular, reconocen los investigadores. Las piezas se exhibirán a finales de este año en la colección permanente del Museo de Buxton.
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